martes, 9 de septiembre de 2008

Sobre lo que sucedió el domingo...

Ja, yo no tengo ya cabida en el mundo de la Trevi, pero la Trevi sí tiene cabida en el mundo mío, así que hago una réplica exacta y le doy copy-paste a lo que escribí hace unos instantes en mi Facebook, porque vamos, no puedo admitir a todo el mundo allí pero soy tan mamona que sí quiero que todo el mundo me lea por aquí:


La Cadena Televisa, el emporio mexicano con más tradición y vigencia de todos los tiempos (sí, inclusive más que el PRI porque al menos Televisa tiene todavía poder, y mucho) empezó hace dos domingos un nuevo Reality Show en la categoría de caridad y convocatoria de lástima ciudadana, Sangre de mi sangre, en el cual participan familias mexicanas con desgracias tan dignas que sólo pueden ser exhibidas en televisión nacional, horario triple A, los domingos en la noche, ni más ni menos en el espacio que llegaran a tener programas de la categoría de "Siempre en Domingo", ni más ni menos, pues ya se sabe que sus telenovelas, comparadas con el dramatismo y la miseria que se muestra en este nuevo programa de "realidad", ya no logran ni la misma audiencia, ni tampoco el interés que despertaban antaño.
Siempre fui seguidora de las telenovelas de Televisa, nunca he estado en contra de ellas ni me parecen tan ridículas como las quieren pintar. En los últimos años, sin embargo, salvo el éxito que tuvo y sigue teniendo el grupo RBD, el cual surge de la telenovela Rebelde, dirigida por el siempre exitoso Pedro Demián, la empresa de los Azcárraga ha demostrado no ser capaz de tener público cautivo con creatividad, calidad, buenos actores, irrecuperables productores (Ernesto Alonso, por ejemplo) y artistas comprometidos realmente con sus carreras, no con su popularidad.
Así, incluida la telenovela Rebelde, durante los últimos siete años, se vieron en la muy penosa necesidad de empezar a copiar telenovelas de otros países, programas con formatos idénticos a los norteamericanos y europeos, con el toque mexicano distintivo pero no distinto de la basura creada en otras lenguas y lugares del mundo.
Del poder que tiene no voy a renegar, como tampoco de los programitas de chismes, ni de los "talk shows" puestos en manos de Laura León para superar con creces el reconocidísimo y muy jocoso de Laura Bozo, en Perú, pues a mí siempre me causan gracia y de lo que disfruto pocas veces reniego. Además, si Televisa tiene poder, tanto como para poner presidentes de la nación y destruir carreras o construirlas, ese ya dejó de ser un problema mío que en todo caso nunca pretendí resolver.
En cierto modo me merecen un dejo de respeto, aun con sus programas matutinos, vespertinos, nocturnos, diurnos y de todas las horas ya insufribles que contiene un día.
Lo que a mí realmente me parece caótico y digno de repudio es el programa del que hablé en un principio. Yo sí entiendo por qué la gente (tanto espectadores como concursantes y artistas de intenciones filantrópicas) se presta para ser partícipe de la miseria; también entiendo que el ocio está consagrado dentro de casi todas las cartas políticas de nuestros estados modernistas y a la vez papistas, pero me es inconcebible que aún se hable de los espectáculos romanos con tanta indignación, asco y asombro, de las cacerías de brujas en la Edad Media, inclusive del maltrato hacia los animales en las corridas de toros, cuando toda la sociedad en pleno cree que por comprometerse a ser benefactora de ella viendo programas de ese carácter y, lo que es peor, participando con sus mensajes y sus llamadas para defender causas o sueños tan dignos como los propios, pues tragedias hay en todos los hogares y familias, tal vez no tan dramatizados como los de Sangre de mi sangre, pero, al fin y al cabo, más propios y menos vulgares.
He visto, tanto en el Facebook como en el Metroflog y foros de la única artista que participa en el programa y me ha merecido en la vida admiración, propuestas de comprar tarjetas de celular que alcanzan un monto de 50 dólares para salvar, más que el sueño de la familia Arredondo, la dignidad tantas veces vapuleada de Gloria Trevi. Que envíes la palabra Gloria a tal número para que la D'Alessio se trague sus palabras, que compra tarjetas de 500 pesos para que te den el doble y puedas enviar mensajes toda la semana, que deja de comprarle la leche a tus hijos para que la Lupita ya se calle su pinche hocico, y claro, yo que fui fan y conozco la visceralidad con la que actuamos, no dudo que muchos dejen de hacer y comer por salvar a Gloria.
Pero de eso tampoco me estoy quejando, o puede que sí, porque la idea del programa es tan noble como perversa, y a un fan muy poquito le importa la precariedad económica propia y de los involucrados en el show con tal de salvarle la dignidad a su artista, y son poquísimos los ciudadanos con conciencia y razón como para sopesar la situación que se presentó esta semana y actuar de manera adecuada, que, siendo tan conscientes y racionales, entre otras cosas, no gastarían un sólo centavo para sacar de la miseria a personas que se prestaron a ser más miserables mostrando sus heridas o lamentables situaciones ante el público latinoamericano y darle audiencia a una empresa que ayuda mucho a que su problema sea más y más complicado. Por supuesto que no me refiero a la herida de Amadita, esa que mostraron el domingo, ni tampoco a su problema dermatológico. Me refiero a la comercialización de sus angustias y a la prostitución de sus anhelos, porque es que a mí no me cabe en la cabeza cómo demonios puede llegar un sujeto a perder todo tipo de pudor y de decencia y llegar al punto de exponer cada ocho días su desgracia de manera pública, dejándola a la suerte y al parecer de miles o millones de personas que los ven para no perder el tiempo de sus domingos y gastárselo en algo distinto a mirarse el ombligo.
No conformes con todo ello, entregan estas causas a artistas de renombre, muchos de ellos necesitados de ser nombrados porque últimamente no figuran, cuando no es que sin necesitarlo van y abanderan una de tantas creyendo que tienen la misma vitalidad de hace unos quince o veinte años, atendiendo con toda mediocridad las personales, atentando en contra de sus voces y actuaciones en sus carreras para que igual cometan los mismos errores cada domingo y defrauden con creces a desgraciados y admiradores.
Eso por un lado, porque todavía me falta el de los jueces y vuelvo a lo mismo: ¿cómo es posible que después de someterse a la presión de presentarse con sus problemas a bailar y cantar junto a un artista famoso cada semana, pongan en manos de ególatras amargados la salvación de sus penas y desdichas? Y he aquí la gran tragedia, pues ni los jueces cumplen con las características y aptitudes necesarias para serlo, ni los concursantes con la capacidad suficiente para estar a la "altura" de sus criterios, y fue entonces cuando una señora conocida como Lupita D'Alessio, cantante, juez y parte, pues su hijo apadrina una de las penurias que a mi juicio es quizá la más merecedora de la caridad comunitaria del televidente, se fue lanza en ristre en contra del "performance" que hiciera Gloria Trevi. ¿Por qué no cantas nunca segundas voces?, la increpó. A mí no se te ocurra decirme que canto con gritos, yo sí canto e interpreto, y con esa actitud no vas a conseguir que cante alguna de tus canciones... No, no me respondas, tienes un 4". Ay, pero Gloria le contestó, con tan mala suerte que el peso de las palabras de Gloria, ya acostumbrada a ataques más feroces y preguntas más suspicaces, dejaron a la pobre Leona Dormida más histérica de lo que ya estaba después de ver una entrevista en la cual la Trevi, en tono de burla inocente, le contó a Adal Ramones, conductor del programa, que cómo era posible que en el episodio anterior la hubiese criticado por gritar en su interpretación, pues era "como un burro hablando de orejas". He ahí que la burra que habló de orejas, la Leona que desde el comienzo del programa dio innumerables muestras de una menopausia que la está afectando psicológicamente, perjudicó más a las pobres queretanas ayudadas por su hijo, quienes, a mi juicio, son merecedoras absolutas de la caridad colectiva y la lástima comunitaria para ganarse no sé qué premio y convirtió el maldito programa en ver cómo los fans de Gloria Trevi, también muy acostumbrados a darse enteritos para que a ella no le pase jamás lo que le pasó de nuevo, en una contienda de artistas o hijos de estos, en todo menos en lo que dice la misión y la visión con que fuera concebido el programa (sí, cómo no), y ahora todos vamos a estar atentos y dispuestos a desagraviar a Gloria, no nos mintamos, quien actuó pésimamente tanto en baile como en canto y se salvó al verse atacada por una señora amargada a la que acusan de nepotismo porque Ernesto es un hijo de su desquiciada madre.
¿Y los desgraciados? Pues no sé, Dios sabrá compensarlos cuando los meta al reino de los cielos por el hueco ese de la aguja.

1 comentario:

  1. El show es seguir manteniendo al televidente ante la caja de sueños para hacerle olvidar un rato su propia situación y lo que pasa fuera de ella, aún como dices siendo quizá hasta más complicado para uno, pero teniendo la falsa esperanza de que podemos alcanzar el sueño los millones de televidentes que estamos atrás de esa cajita con imagenes en movimiento y que además hablan.

    Como fan de Gloria he de admitir que me tengo que chutar de pie a pa todo el programa con los chorrocientos comerciales que en el pasan, productos que difícilmente estan al alcance de los bolsillos de los soñadores externos, pero a final de cuentas soñadores., colo lo dije, me chuto el programa por ver a la artista, por verla que llegue a ese primer lugar, de pronto me olvido hasta de mi propio sueño o sueños que pudiera tener, ahora lo que importa es ver que ella este arriba, no importa si el sueño es este o aquel, en fin.

    Según el mensaje del programa es que ellos (todos los participantes incluidos el conductor, productor, etc.) son los que de una u otra forma serán la clave para animar a la gente y gobierno a que se solidaricen con los millones de soñadores que tienen los mismos problemas que cualquiera de los 8 concursantes o inclusive hasta problemas más graves., no soy pesimista pero me pregunto si acaso el Presidente y los burocratas de este país estarán sentados frente al televisor más de 3 horas que dura la emisión y planeando ideas para que la atención medica sea de calidad y accesible a todos no importando que problema de salud sea, el que puedan crearse fideicomisos para garantizar la educación de los miles y miles de niños que hoy en día no cuenta con el apoyo económico de un padre o de una madre., no, definitivamente yo no sé si la traigo contra el gobierno o ya me esta cayendo el veinte pero eso no me lo creo., lo que si no voy a negarlo esta podiendo más el que diga soy fan de Gloria Trevi y estoy viendo el programa, estoy viendo como baila y como canta temas que en la vida pense escuchar en voz de ella y sabes, lo disfruto, realmente lo disfruto, sé que este domingo cantará una canción que le fascinaba a mi hermana Esther así que olvidate cómo es que estaré yo.

    Con relación a lo que paso entre los comentarios de Lupita contra Gloria quiero seguir pensando en que todo fue parte del circo, maroma y teatro con el que debe conducirse un programa para alcanzar el raiting (ahh)

    Yo quería una final Gloria Vs Ernesto, pero pues ya no se me hizo, se cebo, entonces pues solo espero que gane Gloria y con ello el sueño de los Arredondo y si se vale soñar, pues que soñemos que mi México cambiara (ahh, empezaré por mi), hoy voy a cambiar, sacaré mis resentimientos todos, angustias que hay en mi mente, ahhh, olvide la canción de Mudanzas, jajaja. (ay con todo respeto)

    Nota extra:
    Hace poco dijeron lo siguiente con relación a la frase "es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja a un rico en el reino de los cielos.", resulta que tradujeron mal, confundieron kamelos con camellos
    "kamelos" como camello y resulta que en griego kamelos es soga con la que amarraban los barcos a los muelles.

    PD. Qué dices Tefa, ya que Bety se haga un blog, escribe y escribe, jajaja., pero pues me dio el sereno, jajajaja.

    Como siempre gracias por tu escrito.

    Saludines.

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